Contar con seguro social es una de las prestaciones que la ley exige para los trabajadores. Sin embargo, muchos patrones deciden no dar de alta a sus empleados en el IMSS. Esto tiene consecuencias que pueden llegar a ser serias.
Las organizaciones internacionales relacionadas con temas laborales –la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Asociación Internacional de Seguridad Social (AISS) entre otras–reconocen la importancia del seguro social para el desarrollo y el equilibrio económico y social de los trabajadores. Incluso el artículo 22 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos lo menciona como obligatorio.
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En México, la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) “garantiza el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales para el bienestar individual y colectivo, así como el otorgamiento de una pensión” para los trabajadores.
Desafortunadamente, esta ley no siempre se cumple. En muchos casos existe desconocimiento, rechazo a los trámites se siente como un “sobresueldo”.
Tanto los patrones como las áreas de recursos humanos de las empresas deben asegurarse de:
- Inscribir a sus trabajadores
- Cubrir las cuotas puntualmente
- Tener todos los trámites en orden
De lo contrario, pueden enfrentar consecuencias legales y económicas serias. Y eso es algo que nadie quiere tener.
¿Qué pasa si no doy de alta a mis empleados ante el IMSS?
En primer lugar, tus trabajadores se verán privados de los beneficios y cobertura que otorga el seguro social. Esto afecta su seguridad y bienestar en caso de que necesiten atención médica, enfrenten una incapacidad o queden desempleados.
En segundo lugar, estás incumpliendo con la legislación vigente. Eso tiene consecuencias incluso graves. ¿Cuáles son estas consecuencias?
3 consecuencias de no dar de alta a mis empleados en el IMSS
1. Multas e infracciones
Las multas pueden ir desde los 20 hasta los 350 salarios mínimos (desde 1,600 pesos hasta 28,014 pesos), dependiendo de la norma que haya sido violada por tu empresa. Además, de acuerdo con el artículo 308 de la Ley del Seguro Social, tendrás que pagar lo que no hayas liquidado por la afiliación de cada uno de tus trabajadores. Si este monto excede los 13 mil salarios mínimos, podrías ir a prisión de 2 a 5 años.
Puedes recibir una multa por las siguientes razones:
- No registrarte como patrón ante el IMSS.
- No inscribir a tus empleados ante el IMSS en un plazo no mayor a cinco días hábiles. Incluso puedes hacerlo el día hábil anterior al inicio de la relación laboral.
- Falsificar avisos, formularios o comprobantes de afiliación.
- No informar al Instituto sobre modificaciones salariales de tus trabajadores.
- No entregar recibos de nómina.
- Registrar a tus trabajadores con un salario menor al que perciben.
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2. Ser denunciado por tus trabajadores
Así es, cualquiera de tus empleados puede denunciarte por dos razones:
- Por no afiliarlos al IMSS. En ese caso tendrás que pagar una multa. Además deberás contratar abogados especializados que resuelvan el conflicto.
- Por incidentes. Como patrón, eres el responsable solidario (o responsable legal) de tus empleados. Si alguno de ellos sufre algún accidente y no tiene acceso a los servicios médicos del Instituto, se te obligará a pagar su atención médica. Esos gastos pueden incrementarse dependiendo qué tan grave sea la lesión:
- Si el accidente produce una incapacidad temporal. En este caso la indemnización consistirá en el pago íntegro del salario que no perciba el colaborador. No una vez, sino mientras continúe la imposibilidad de trabajar.
- Cuando el accidente produzca una incapacidad permanente parcial. La indemnización consistirá en el pago de un porcentaje que se calcula sobre el importe que debería pagarse si la incapacidad hubiese sido permanente total.
- En caso de que el accidente de trabajo genere una incapacidad permanente total. La indemnización será una cantidad equivalente al importe de 1.095 días de salario.
Además, tendrás que cubrir los gastos de la contratación de servicios de un abogado laboralista. Incluso, podrías llegar a tener que presentarte a un juicio laboral.
3. Corres el riesgo de ir a prisión
Podrías ir a prisión por delito de defraudación a los regímenes del seguro social. Al respecto puedes consultar los artículos 307, 308, 309, 310 y 311 de la Ley del Seguro Social.
Las penas van desde 3 meses hasta 9 años de prisión.
¿Hay alguna instancia donde mis trabajadores pueden denunciarme?
Muchas veces los trabajadores se preguntan qué hacer si no les quieres dar seguro social.
Existe un Órgano Interno de Control de IMSS al que los trabajadores pueden dirigirse para presentar su denuncia:
En línea: https://sidec.funcionpublica.gob.mx
Vía telefónica: 01 800 623 2323 opción 6, de 09:00 a 17:00 horas, en días hábiles de lunes a viernes
¿Qué pasa actualmente con el outsourcing?
Recordemos que el 1 de septiembre de 2021 entró en vigor la reforma al outsourcing en México. Esta modificación prohíbe la subcontratación de personal.
Muchas empresas tuvieron que incorporar a su nómina a empleados que estaban contratados por una empresa diferente y/o no tenían acceso a la seguridad social, reparto de utilidades ni reconocimiento de antigüedad.
Lo que sí permite la nueva reforma laboral es la subcontratación de servicios especializados o de ejecución de obras especializadas. ¿Qué significa esto? A la contratación de trabajadores cuya labor no está relacionada con el objeto social o la actividad económica principal de una empresa.
Las empresas que prestan estos servicios deben inscribirse en el Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas (REPSE). El trámite se realiza en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Para registrarse, deben demostrar que cumplen con sus obligaciones fiscales y de seguridad social. El registro debe renovarse cada tres años.
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¿Incorporar a mis empleados al IMSS tiene beneficios para mi empresa?
No todo son obligaciones. Al cumplir con ellas obtienes grandes beneficios para tu organización:
- Mantienes la productividad. Aseguras que tus empleados trabajen en óptimas condiciones de salud.
- Cuentas con un seguro contra accidentes. El IMSS cubre cualquier accidente que pueda suceder durante la jornada laboral.
- Disminuyes la rotación de personal. Los trabajadores se sienten valorados.
- Mejoras el entorno laboral. Tus empleados saben que están protegidos en caso de cualquier incidente.
- Atraes talento. Al ser percibida como una empresa que se preocupa por su gente, puedes contratar a candidatos valiosos.
Como vimos, no tener dados de alta a tus trabajadores en el IMSS puede traer consecuencias monetarias, jurídicas y judiciales.
Además, tus empleados tienen el derecho de estar afiliados. Deben gozar de los beneficios de contar con un seguro médico, un fondo para su retiro y la posibilidad de tener un crédito.
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